El marketing relacional es un ámbito del marketing que se dedica a entablar y mantener unas relaciones con el cliente que se extienden más allá de la compra. Con ellas, se pretende llegar a entablar una relación fructífera y estable en el tiempo que sea beneficiosa, tanto para la propia empresa como para los clientes.
Es por ello que el marketing relacional se realiza con vistas al largo plazo, pretendiendo cubrir las necesidades de los clientes individuales. La gestión de estas relaciones se basa en llamar la atención del cliente, conservarlo a lo largo del tiempo y, si se pierde, intentar recuperarlo.
Antes era necesario que el establecimiento de las relaciones se llevara a cabo en un encuentro con el cliente, pero hoy en día con las nuevas tecnologías hay muchas maneras de fidelizar al cliente a través del marketing relacional. Por ejemplo, la compañía Disney, ha diseñado una App con la que, introduciendo tu número de teléfono, los protagonistas de Frozen pueden darle los buenos días a tus hijos. Esta manera de crear una sensación positiva hacía la marca es lo que se conoce como marketing relacional.
El marketing relacional, tu mejor herramienta de fidelización
Las empresas están en busca y captura de clientes fieles y grandes seguidores de la marca pero, para que esta fidelilidad se haga efectiva, se necesita que la satisfacción del cliente vaya creciendo. Para aumentar la satisfacción del cliente y anticiparte a sus necesidades, para cubrirlas lo antes posible, es necesario generar una buena base de datos. Por ejemplo, hay en algunos hoteles donde las bases de datos son tan útiles que pueden establecer el tipo de comida que sus clientes prefieren y así tenerla disponible cuando se encuentran hospedados en dicho hotel.
Una de las herramientas más utilizadas en el marketing relacional, es dar poder al cliente para que varíe el producto que le estás ofreciendo en función de sus necesidades y gustos. Por ejemplo, en una agencia de marketing y comunicación pueden existir unos paquetes de base que guíen al cliente sobre cuanto dinero se gastará según los servicios que solicite. Pero, normalmente en las agencias estos paquetes se modifican para adaptarse a las necesidades de sus clientes.
Darle voz al cliente y aprovecharla como fuente de información para mejorar, es el centro de cualquier acción de marketing relacional. A través de encuestas de satisfacción, de las redes sociales o de mailing, se puede solicitar al cliente que te dé información de cómo ha sido la experiencia de compra de tu producto o servicio. A raíz de toda la información recopilada de tus clientes, puedes proponer mejoras o novedades para, así, adaptarte a las demandas de tus clientes y crear un mayor vínculo con él.
Intentar que la relación con tu cliente no acabe en el momento que finaliza la compra. Es decir, tienes que conectar con el cliente haciéndole ver que es importante para tu empresa, que los valores que le aportas son los mismos que los suyos y que existe hasta cierta amistad y conexión personal. Muchos comerciales utilizan el marketing relacional y al final acaban convirtiéndose en amigos de sus clientes, ya que estos les expresan sus inquietudes, problemas y preocupaciones.
En definitiva, a través del marketing relacional la empresa podrá conseguir relaciones que le lleven a fidelizar al cliente y que éste se sienta parte de la empresa.
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