Cuando hablamos de diseño gráfico en lo referente a una marca, entran en juego muchos factores determinantes del éxito de la misma, pero si hay uno que toma relevancia es la tipografía escogida para representar a la organización.

En un principio, la tipografía puede resultar desapercibida, como algo sin importancia, pero nada más lejos de la realidad.

En función del tipo de imagen que la empresa quiera dar deberá utilizar una tipografía u otra. Este factor es tan importante que incluso puede cambiar totalmente el tono del mensaje que la marca quiere transmitir.

Por ejemplo, si la imagen de tu marca quiere dar la sensación de seriedad, disciplina, expertos en el sector o técnicos de cierta materia, su tipografía tenderá a ser con rasgos más cuadriculados, formas rectas, claras y sin volatilidad. En cambio, si tu empresa ofrece un servicio que proporciona felicidad, buen rollo, dirigido a jóvenes y en el que los trabajadores no van de traje y corbata, la tipografía utilizada tiene que evocar esa sensación de libertada por lo que su forma será más redondeada, uniforme y dispersa.

Esto son dos extremos claros en los que la tipografía juega un papel fundamental en lo que la empresa quiere transmitir. Pero cómo saber cuál es la tipografía adecuada para tu empresa.

¿Qué tener en cuenta para elegir la tipografía de tu marca?

En un intento de resumir brevemente los infinitos tipos de fuentes tipográficas que existen, podríamos distinguir tres grandes grupos de fuentes.

SERIF Este tipo de letra se caracteriza por tener las extremidades y las puntas bastante pronunciadas, con líneas rectas, están muy equilibradas y transmiten elegancia, solera y pureza. Se suelen utilizar para redactar textos largos, y la más conocida es la Times

SANS SERIF Son letras muy limpias visualmente hablando, rectas aunque no tanto como las anteriores ni con tantos remates. Se suelen utilizar para textos cortos o logos de empresas que quieran transmitir modernidad y diseño. Un claro ejemplo de esta tipografía sería Arial

DECORATIVAS Son letras en las que los acabados suelen ser ornamentales, con formas diversas, redondas, motivos florales etc. Por ejemplo la fuente Broadway

Estos tres grandes grupos pueden servirte de guía para elegir la forma de la tipografía que quieres utilizar, pero te aconsejamos que no vayas a lo fácil y elijas las típicas ya que entonces tu tipografía no será un elemento diferenciador. En Google Fonts puedes encontrar una gran variedad de tipografías y descargarte la que quieras.

Márcate como base cuál de los tres tipos crees que se acercan más a la imagen de marca de tu empresa y en función de eso empieza a probar con distintas fuentes hasta dar en el clavo con aquella que por pequeños matices la identifiquen totalmente.

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