A lo largo de la historia del marketing se han empleado todo tipo de métodos para optimizar las estrategias de venta, sin embargo, los que hacen hincapié en nuestras emociones y sentimientos son los que mejor funcionan. No sin motivo, pues son lo que define nuestra manera de ser y de reaccionar ante el mundo.
Expertos en marketing y psicología unieron fuerzas para definir el branding emocional, algo que ya existía desde hace mucho tiempo, pero que últimamente se ha estudiado y puesto de moda, siendo una de las maneras más efectivas de llegar a clientes potenciales.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?:
El impacto definitivo
En realidad el branding emocional no es nada nuevo, pues es evidente que las estrategias de marketing han apelado de cierta manera a nuestros sentimientos y necesidades. Algo muy similar al arte tal y como se concibe de manera tradicional, solo que orientado a la manera de vender un producto.
Podría decirse que el objetivo final del branding emocional es impactar en el cliente y que nos recuerde para siempre, asociando la marca a sensaciones concretas. Realmente el auge de las técnicas de branding emocional surge de una necesidad.
Hasta no hace demasiado, la estrategia de marketing se basaba en enumerar las magníficas calidades de un producto o servicio, pero el cliente no es tonto y sabe más de lo que pensamos. Ensalzar lo bueno se quedó corto, y no bastaba para que el vínculo entre cliente y marca no se creaba. Había que evitar pasar desapercibidos.
Lo que aporta el branding emocional a tu empresa
Aunque a estas alturas del post estarás casi convencido de lo bueno que es el branding emocional, te contamos además otros beneficios que puede aportar a tu proyecto.
- Mejora el posicionamiento: es indudable que aumentará el reconocimiento y el posicionamiento de marca, pues trabajando las emociones correctamente en tus campañas conseguirás feedback casi inmediato.
- Satisfacción por parte del cliente: a ellos les gustará tu producto, y si la repercusión es positiva seguramente tengas muchos clientes fidelizados al final de la campaña. A posteriori es muy posible que en vez de probar otra marca nueva sigan recurriendo a la tuya.
- Consolidación de tu identidad de marca: el branding emocional ayuda a definir los valores con los que te pueden asociar, y al mismo tiempo probar si el público responde bien ante ellos. De esta pequeña “investigación” seguramente puedan surgir claims, línea editorial y creatividades que te serán muy útiles. Aprender de tu propio público es lo mejor que puedes hacer por tu empresa.
- Reconocimiento “Off-line”: si hay una buena repercusión con tu estrategia, los clientes se pueden convertir también en tus propios comerciales. Hablarán sobre tu marca y la recomendarán a sus conocidos y familiares. A su vez, tener popularidad en el “boca a boca” puede ser positivo para tu presencia online, pues si una persona ha oído hablar de ti a través de su amigo, es muy probable que te acabe siguiendo en las redes sociales.
Consejos para crear tu estrategia
Ahora que ya sabes un poco acerca de lo que implica el branding emocional, probablemente te resulte una tarea un tanto difícil a la hora de enfocarlo desde un punto de vista global. Aquí te dejamos algunos tips para que se te haga más llevadero:
- Trabaja la empatía: a la hora de apelar a las emociones, recuerda que tienes que pensar en cómo te gustaría que te vendieran un producto. Probablemente la respuesta sea una campaña amena, en la que además te puedas ver inmerso. Crea una experiencia completa, define las palabras, sensaciones y otros aspectos que tu buyer persona prefiere.
- No queremos “vender” sin más: sí, ya sabemos que la finalidad de todo esto es la adquisición de productos o servicios, pero tienes que evitar a toda costa dar esta sensación. Sé paciente y crea interés, finalmente ellos mismos te buscarán.
- Cuenta una historia (o varias): el storytelling te permite llegar de manera fácil y efectiva a las emociones de la gente. A todos nos gusta que nos cuenten historias, por eso, si tu estrategia toma esta forma obtendrás buenos resultados.
- La importancia de renovarse: ten en cuenta las opiniones de tu público, así como los cambios que existen de manera continua en las tendencias de marketing y los mercados.
Branding emocional en el marketing digital
No pierdas de vista los medios digitales, pueden ser una ventana abierta muy fiable a la hora de crear una estrategia de este tipo y hacer que funcione. Las redes sociales son fundamentales para que tu mensaje se comparta hasta, incluso, hacerse viral. La posibilidad de añadir contenido multimedia a tus post en plataformas como Instagram o Facebook refuerza el mensaje que quieres transmitir a través de imágenes (fotos, ilustraciones, etc). Evidentemente también es hoy en día el canal más fiable a la hora de conocer la opinión de los usuarios. Ellos también pueden estar al día acerca de todo el contenido que puedas publicar.
Posiblemente el elemento que mejor funciona en el branding emocional es el vídeo, o vídeo corporativo como prefieren llamarlo. Estamos acostumbrados al spot publicitario, por eso este formato nos resulta tan fácil de consumir. También es la manera más universal de hacer llegar un mensaje o una historia en concreto. Muchas veces si lo trabajas adecuadamente incluso podrías prescindir de diálogos o la parte escrita. No sin motivo “una imagen vale más que mil palabras”.
En Nuntium no somos directores de cine, pero sí un poco sensibleros y nos gusta trabajar el marketing a nivel emocional ¿Te animas a probarlo?
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