Hay una sospecha que lleva años dando vueltas por redes, sobremesas y grupos de WhatsApp: ¿Nos escuchan los móviles para mostrarnos publicidad personalizada?
En Nuntium decidimos dejar de especular… y comprobarlo por nosotros mismos. Así que ideamos un experimento muy concreto, controlado y realista, para averiguar si realmente hablar de un tema en voz alta, cerca del móvil, puede acabar activando anuncios relacionados.
Aquí te lo contamos paso a paso.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?:
¿Qué queríamos comprobar?
La hipótesis era sencilla:
Si varias personas hablan durante un tiempo de un tema muy concreto cerca de sus móviles, con el micrófono activo, ¿empezarán a aparecerles anuncios relacionados con ese tema, sin haber buscado nada sobre él previamente?
Para ponerlo a prueba, había que evitar cualquier otro estímulo que pudiera activar anuncios: búsquedas, navegación, clics, likes, visitas a tiendas online, etc. Solo hablar.
El experimento
El experimento se desarrolló durante 8 días (de lunes a lunes), y se realizó con 9 personas, divididas en dos grupos:
Grupo control (4 personas)
- Sabían que participaban en un experimento, pero no conocían el tema específico sobre el que iba a hablar el otro grupo.
- Siguieron su rutina normal.
- Cada día enviaron entre 10 y 15 capturas de pantalla de los anuncios que les aparecían navegando, en redes sociales o notificaciones.
- No modificaron ningún permiso ni comportamiento digital habitual.
Grupo experimental (5 personas)
- Incluía a la persona que ideó el experimento.
- Además de enviar sus capturas diarias, tenían dos sesiones de conversación grupales, siguiendo guiones preparados con antelación.
- Durante esas sesiones:
- Estuvieron con los móviles delante, con pantalla activa y apps abiertas en segundo plano.
- Con los permisos de micrófono y GPS activados.
- Durante la segunda sesión, además, realizaron las conversaciones con llamadas grupales de WhatsApp e Instagram activas.
- En ningún momento realizaron búsquedas, navegaciones ni interacciones relacionadas con el tema.
- Solo hablaron.
¿Cómo se organizó el experimento?
Queríamos eliminar cualquier posible interferencia tecnológica o conexión previa con el tema, por lo que tomamos algunas precauciones importantes:
- La explicación del experimento y el sorteo de los integrantes de cada grupo se realizó sin presencia de dispositivos móviles.
- Las grabaciones se realizaron con una cámara de fotos sin conexión a Internet.
- Los guiones para las conversaciones oficina (puedes consultarlos aquí) fueron generados con inteligencia artificial en un ordenador ajeno al experimento y fuera de la oficina:
- Sin cuentas personales.
- Sin conexión Wi-Fi o red conocida.
- Usando un pincho de datos externo, totalmente independiente.
¿Cuál fue el tema elegido?
El tema escogido fue LA PESCA. 🎣
¿Por qué?
- Es un nicho con muchos productos comercializables (material, ropa, tecnología, accesorios…).
- Tiene relevancia local, en este caso nos centramos en la provincia de Valencia (zonas de pesca, tiendas físicas, etc.).
- Y, sobre todo, después de desvelarlo al grupo experimental, se comprobó que efectivamente ninguna de las personas participantes tenía interés personal en el tema ni había buscado nunca nada relacionado.
👌 Un escenario perfecto para detectar cualquier aparición anómala de anuncios.
¿Cómo fueron las sesiones?
El grupo experimental realizó dos sesiones de conversación guiadas, los días:
- Martes
- Jueves
Cada sesión duró alrededor de 20 minutos, y se utilizaron cuatro guiones en total, dos guiones diferentes en cada sesión. Siendo la estructura de ambas sesiones la siguiente:
- 1er Guion (más general): conversación fluida mencionando derivados del término “pesca” y referencias comunes.
- 2º Guion (más comercial): conversación orientada a productos específicos, marcas, tiendas online, tiendas físicas en Valencia, y plataformas de compra.
‼️ Importante: no se realizó ningún tipo de búsqueda en dispositivos, ni antes, ni durante, ni después. Todo el estímulo fue verbal. 🗣️
¿Qué se recogió durante el experimento?
Cada participante (de ambos grupos) debía enviar diariamente:
- Entre 10 y 15 capturas de pantalla de anuncios que le aparecieran en:
- Redes sociales (Instagram, Facebook, TikTok…)
- Navegación web (Google, Discovery, medios digitales…)
- Notificaciones push
- Recomendaciones automatizadas dentro de apps
En total, se recopilaron más de 700 capturas, organizadas por:
- Día
- Participante
- Grupo (control / experimental)
Esto permitió llevar un control exhaustivo de todo lo que vieron los participantes, antes, durante y después de las sesiones de conversación.
✅ Resultados del experimento
Tras analizar todos los anuncios recopilados a lo largo de los ocho días, podemos confirmarlo con total claridad:
Ninguna persona —ni del grupo control, ni del grupo experimental— recibió publicidad relacionada con pesca.
Ni cañas, ni aparejos, ni marcas, ni accesorios, ni zonas locales. Nada.
Incluso en los días posteriores a las conversaciones, no apareció ningún contenido ni anuncio que pudiera interpretarse como vinculado al tema mencionado en voz alta.
📱👂 ¿Entonces, por qué sentimos que nos escuchan?
La sensación de que los dispositivos móviles nos «escuchan» y muestran publicidad relacionada con nuestras conversaciones es muy común, pero en realidad no hay evidencia concluyente de que las empresas usen el micrófono de forma activa para este fin (al menos no de manera generalizada).
Sin embargo, hay varias razones por las que esta percepción existe:
1. Algoritmos predictivos extremadamente avanzados
- Plataformas como Google, Facebook y TikTok recopilan enormes cantidades de datos sobre nuestros comportamientos: búsquedas, ubicación, intereses, compras anteriores, contactos, etc.
- Con machine learning, pueden predecir con alta precisión lo que podríamos necesitar o comentar, incluso antes de que lo digamos en voz alta.
- Por ejemplo, si has buscado «viajes a Japón», es probable que luego hables del tema con amigos y luego veas anuncios de vuelos, aunque nunca lo hayas mencionado cerca del teléfono.
2. Efecto Baader-Meinhof (o «ilusión de frecuencia»)
- Cuando algo nos interesa, empezamos a notarlo más en todas partes.
- Si hablaste de zapatillas nuevas y luego ves un anuncio, puede ser coincidencia… pero el cerebro lo interpreta como “me están escuchando”.
3. Datos cruzados entre apps y servicios
- Muchas apps comparten información con redes de publicidad (a través de cookies, ID de publicidad, etc.).
- Si buscas algo en Amazon, Instagram puede mostrarte anuncios relacionados, no porque te haya escuchado, sino porque ambos usan los mismos sistemas publicitarios.
4. Permisos de micrófono (pero no como piensas)
- Algunas apps sí tienen acceso al micrófono (para funciones como grabar voz o asistentes virtuales), pero no hay pruebas de que graben conversaciones casuales para fines publicitarios.
- En casos raros, se han descubierto apps maliciosas que abusan de estos permisos, pero las tiendas oficiales suelen eliminarlas.
5. Contexto y metadatos
- Los anuncios pueden basarse en tu ubicación (ej.: si estás cerca de una tienda), en tus contactos (si alguien cercano buscó lo mismo), o incluso en el clima (anuncios de paraguas si llueve en tu ciudad).
¿Y por qué persiste el mito?
- Sesgo de confirmación: Recordamos más los aciertos (anuncios que coinciden con lo que hablamos) que los fallos.
- Falta de transparencia: Las plataformas no explican cómo generan sus anuncios, lo que genera desconfianza.
- Experiencias anecdóticas: Algunos casos sí son extraños… pero suelen explicarse con alguno de los puntos anteriores.
Cómo conclusión…
No hace falta que tu móvil te escuche para que los anuncios te parezcan inquietantemente precisos.
Los algoritmos actuales son tan potentes analizando tus datos que muchas veces anticipan lo que estás a punto de comentar.
Aunque la idea de que nos “espían” resulta inquietante, la realidad es que la publicidad dirigida funciona, sobre todo, gracias al rastreo digital, no al audio.
Vídeo resumen:
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